Un Día Festivo Muy Lejos de Casa


Existe una frase que dice: "Uno propone y Dios Dispone"... ¿y quién iba a decir? que esa pequeña frase de 5 palabras aplicaría para mi en un día festivo como hoy.

Mi plan para hoy era muy simple: Ir a trabajar un rato a la oficina, y por la tarde ir al cine con Irene (mi jefa), pero aún por la mañana -poco antes de salir de casa- una llamada me cambió toda la jugada y para el mediodía ya iba yo rumbo al puente de cruce, con la cámara de fotos metida en la mochila, y todavía sin saber bien a ciencia cierta "¿Cuál iba a ser el plan?"...

Según yo, íbamos nada más a ver algo en el Museo de Arte Moderno de ELP, y luego a dar el rol por ahí, pero poco antes de la 1 de la tarde, Vicky (al volante), Irene, Marcela y yo -porsupuesto- agarramos carretera rumbo a Mesilla, N.M.

El día, prometía ser esplendoroso... Nada de frío, el cielo despejado, un sol cálido, intenso y radiante brillando por todo lo alto... La verdad no pudo estar mejor...

Mesilla es un pequeño poblado que se encuentra al sur del Estado de Nuevo México, como a 1 hora de camino de El Paso, Tx. No es un lugar muy grande, pero si es grande la trascendencia histórica que tiene, puesto que sin entrar mucho en rollos, en este lugar hace muchos, pero muuuchos años (en 1848) se firmó un tratado que se llamó "Hidalgo de Guadalupe" y en el que Estados Unidos (que nunca da paso sin "Huarache"), se comprometió a establecer un fuerte que se llamó "Filmore", con el propósito "dizque" de proteger el territorio de Mesilla de los constantes ataques de los apaches, pero... He aquí el gran "pero"... Como en esa época fue cuando México perdió gran parte de su territorio y traían un relajo con la delimitación de los territorios, con la firma de este tratado, Mesilla pasó a formar oficialmente parte de los Estados Unidos.

Así fue más o menos la historia, y pues lo padre de este lugar es que es un pueblito en el que el tiempo parece haberse detenido, puesto que al observar sus fachadas y edificios de adobe desgastado, así como caminar por en medio de la plaza, sus callecitas angostas o sentarte a tomar el sol en una de las bancas de madera (que disfraza su deterioro tras varias capas de color), es en cierta forma como transportarte al pasado, a un pueblo del legendario oeste, en el que el famoso "Billy The Kid" en verdad existió.

Quedarte un ratito en silencio, palpando la textura de esas paredes de arcilla color marrón, te revela que cada rinconcito del pueblo tiene voces del pasado esperando por que alguien las escuche... Incluso las historias de "fantasmas"... que eso es evidente, sería tema para otro post.

Ahí mismo en la zona de la plaza, está el restaurant "Doble Águila", un lugar antiquísimo muy padre, que fue acondicionado en una especie de caserón que supongo perteneció a alguna de las familias españolas que llegaron a colonizar esta zona. El área del restaurant está situada en una especie de invernadero, pero lo más impresionante de la casa es la barra del bar, un salón y comedor muy padres que te hacen sentir como si estuvieras en la época de la colonia.

Lo que hace más de 200 años fue un lugar que de ser un territorio políticamente muy disputado, pasó a convertirse en un lugar muy próspero (debido al comercio), hoy es un sitio en el que la gente viene a sentarse placidamente, para despejar la mente, porque aunque suene algo "útopico", en Mesilla, el tiempo parece no tener prisa por transcurrir.

Emprendimos el regreso y la puesta de sol nos sorprendió bordeando las montañas de un color naranja hermosísimo, mientras cruzábamos la línea que delimita a Nuevo México del Estado de Texas... En el camino, por la carretera y mientras comentábamos acerca de lo padre que estaba el clima, Vicky dijo una frase que me encantó y se me quedó muy grabada: "Hoy es un día como para levantarte y decir: ¡Vida! ¿haber que me regalas?"... Y no obstante que esa frase debería ser aplicable para cada uno de los días de nuestra existencia, el balance que me dejó el de hoy está conformado por las imágenes de un lugar nuevo, el sonido de las canciones que nos acompañaron durante el trayecto y que a partir de este día me harán recordar ese viaje en la carretera, la buena conversación y la posibilidad ni siquiera soñada de haber pasado un día festivo muy lejos de casa...

P.D. Como ya se está haciendo costumbre, el resto de las fotos están en el "Flickr"

Comentarios

Renoreins dijo…
Pos suena rete bien y lo describes muy antojablemente!!

Hay que ir a darnos la vuelta... grax por el tip!!
Anónimo dijo…
Yo soy vicky la que le dice a la vida a ver que me regala...., efectivamente, fue un dia REGALADO nos trepamos a mi coche, pusimos a Cecilia Toussaint para amenizarnos el camino (Carreteraaaa....) y a reir, respirar y tomarnos una chela en mesilla....
Martha... en este desierto hay muchos tesoros escondidos... conozco mas... esperemos otro dia para escaparnos...

vn

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