Historia En La Canción: "Masterpiece".


Una vez más en el umbral de un mes que termina y uno nuevo que está a punto de comenzar... Así, tal como sucede y ya es costumbre en la última semana del mes, se ha llegado el tiempo de publicar una vez más una "Historia En La Canción".

En esta ocasión podría decirse que el tema elegido para cerrar el mes de Junio, tiene y no algo para contar... No se trata de una historia en concreto, más bien es la suma de varios pensamientos y recuerdos que en conjunto conforman una reflexión interesante para compartir.

El año pasado, Madonna lanzó un nuevo disco, y entre las canciones que incluye esa producción se encuentra uno muy especial que se titula "Masterpiece".

La canción me encantó desde un principio, de hecho, creo que es el tema que más me gusta de todo el disco, y que como antecedente puedo decirles que La Reina del Pop lo escribió para que formara parte de la banda sonora de una película que ella misma dirigió.

Este tipo de cosas son las que me encantan, porque sin importar que desde hace varios años ella ha insistido en tratar de sobresalir dentro del séptimo arte, (y que obvio no ha logrado el mismo éxito que ha tenido como ícono de la música), en concreto, todo esto nos habla de una faceta totalmente desconocida de esta gran artista y que nos hace saber que su capacidad va más allá de toda esa maquinaria de popularidad y mercadotecnia que siempre ha caracterizado su carrera.

La canción es preciosa, y una noche, analizando lo que dice la letra, me quedé pensando en esos momentos de la vida, cuando te enamoras de alguien de verdad y ese sentimiento tan sincero, pero al mismo tiempo tan idealista, te lleva a visualizar a otra persona de una manera demasiado sublime... Tanto, y a tal grado que hasta sus imperfecciones las llegas a ver como perfectas...

¿Te ha pasado a ti alguna vez?... A mi si... Siempre tiendo a idealizar a las personas que quiero, y justo analizando la letra de "Masterpiece", vino también a mi mente el recuerdo de una especie de poema que escribí hace ya muchos años y que se titula: "El Escultor".

Ese escrito surgió a raíz de un comercial que vi un día en la televisión (creo que era publicidad de un banco), el caso es que en el spot aparecía un escultor cincelando una figura en mármol y bastó esa imagen para que mi mente comenzara a imaginar una historia, que precisamente comparto hoy aquí, porque se relaciona con la letra de la canción de Madonna también.

¿Qué tan bueno o malo puede ser llegar a mirar a alguien bajo esa perspectiva mágica, pero al mismo tiempo tan irreal y distorsionada?... Yo creo que cada uno de ustedes tendrá su propia respuesta, y quizá todo se resume a decir que cuando alguien se enamora, el corazón puede ser capaz de convertir a la persona más normal en una "obra maestra"...

Espero que les guste mi escrito, y para cerrar, los dejo con la canción de Madonna en su versión original y también un video donde ella la interpreta en uno de los conciertos de su más reciente gira mundial.

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"El Escultor"

Un par de manos húmedas y tibias...
Cincél, fibra y martillo, además de una extraña mezcla de barro y arcilla sin forma definida.

Cuando esto empezó nadie sabía bien a ciencia cierta que fin se perseguía.
El Escultor tenía en mente sólo sombras delineadas de una imagen, que no tenía idea de como concretar.

Puso manos a la obra moldeando una forma humana,
que poco a poco comenzó a cobrar forma de una figura femenina.

Él no se daba cuenta, pero estaba dando otra vez su vida,
a alguien que en su mente siempre había vivido, y cada día que pasaba,
se acercaba más sin quererlo, a su máxima creación.

Un par de manos húmedas y tibias delinearon con amor y con paciencia los rasgos de la cara,
la dimensión necesaria para el cuello, la redondez de los hombros, la cadera, y todo lo demás...

Una figura desnuda, de piel color oscura,
que cada mañana con el sol, parecía estar en movimiento.

Ella era perfecta, 
porque se parecía a la mujer que El Escultor amaba, 
era perfecta, porque en su piel había dejado impresa su alma y corazón.

Entonces surgió en él un sentimiento que nunca pudo confesarle, 
y al ver a la mujer que inspiró su obra, se dio cuenta que nunca sería lo mismo, porque si, él amaba su figura, pero también lo que había en su interior.

La escultura era un poco como tenerla a ella...
Le recordaba su constitución física tan frágil y delicada,
podía decir que tenía su rostro, más nunca el color de sus ojos,
ni la textura de su piel.

Los hombros frágiles y delicados,
eran fríos y nunca podrían llevar el cansancio acumulado de un día vivido a deshoras,
y mucho menos los lunares que El Escultor en la modelo real, llegó a idealizar.

Era ella... No cabía duda...
El Escultor había dado forma a la parte más perfecta de su ser.
Era una mujer hermosa y sin complejos,
no tenía prejuicios, ni ataduras que limitaran el poder de sus ideas, era la esencia, pero nunca el alma y corazón...

El día en que El Escultor comprendió esto,
abrazó llorando a su niña, pidiendo en esa noche, se materializara en sus sueños.

Eso fue lo último que presenció el sol, cuando se tuvo que retirar de su ventana, para luego atender el llamado del atardecer que lo invitó a ocultarse tras el horizonte.

En conclusión: esta podría ser una historia triste; más no lo es,
porque hoy el viento tiene algo nuevo que contar.
Por otro lado, el lenguaje de las hojas secas se cuestiona a si mismo,
sobre la cantidad de escultores que han existido alguna vez...

Gente, que sin conocer del todo a alguien se enamoran,
para entonces llegar a crear verdaderas figuras de arcilla y de metal...

No importa el material, ni la forma cómo estén hechas...
En su momento todas representan lo que El Escultor con sus manos y su alma, desea volver tangible para poder alcanzar...

"Masterpiece" | Madonna | Álbum: MDNA (2012) | Track No. 11

"Masterpiece" (versión original):
"Masterpiece" (versión en concierto):
"From the moment I first saw you, all the darkness turned to light...  An impressionistic painting, tiny particles of light"...

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