Sumar Kilómetros en el Desierto...


... Los kilómetros han continuado sumándose y yo perdí de plano la cuenta... Tomé conciencia de ello una tarde calurosa en que por cuestiones de trabajo pasé por el mismo lugar donde hace un año atrás estuve para -con el pretexto de tomar fotos- disfrutar un poco de la vista y de dos elementos para mi imprescindibles: el silencio y la soledad.

Las circunstancias a un año de distancia eran muy distintas. Aquella tarde de domingo volví para buscar unos perros abandonados que había visto a la orilla del camino. En aquella ocasión no pude detenerme (pues no llevaba agua ni la comida que a veces cargo por si se presenta algo como eso), y a pesar de que no los encontré ya ahí; no fue para nada, un recorrido en vano.


Creo que era un poco antes de las dos de la tarde, cuando con tan sólo lo más indispensable en la mochila, llevaba ya los primeros kilómetros de ese largo camino, mientras el sol iba enrojeciendo poco a poco cada centímetro de mi piel.

Más allá de todas las botellas de agua que me fue posible cargar, llevaba también mi corazón (que ya no está desde hace mucho tiempo roto), me acompañaban también mis pensamientos y la voz de la intuición que además de susurrarme cosas al oído en forma de una brisa calurosa densa, despeinaba también cada uno de mis cabellos que no quedaban resguardados en el casco.

El recorrido de inicio a fin duró más de una hora. No encontré lo que buscaba, pero todas las cosas suceden por algo y en un punto tan lejano y en medio del desierto llegué quizá a tiempo para encontrarme a mi.

Di dos vueltas y vi una vez más lo difícil y maravillosa que puede ser la vida para quienes viven bajo esas condiciones... Desde el punto más alto de la ciudad agradecí por estar bien, por estar ahí... Pensé en quien está conmigo ahora, en quienes ya no, y sobre todo en quien no olvido a pesar del tiempo y la distancia...

Desde ese punto, grabé una especie de carta (en video)... En un intento por compartir un instante a la distancia. Tampoco me olvidé de este espacio y como una especie de continuación del "Diario de Gratitud", realicé un segundo clip para agradecer a todos aquellos quienes a pesar de mi inconstancia, me siguen regalando una parte de su día, al pasar y leer todo lo que escribo por aquí.

Volví a casa, con la piel ardiendo, pero con el corazón y la mente intactos y pletóricos de sueños, letras e ideas... Sumando kilómetros en el desierto para esta especie de bitácora con apuntes sobre ruedas en el que todavía quedan muchas páginas en blanco e historias por vivir para contar.








































...Sumando kilómetros en el desierto para esta especie de bitácora con apuntes sobre ruedas en el que todavía quedan muchas páginas en blanco e historias por vivir para contar.

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