Algo sobre Jason y Caballo de Troya de J.J. Benitez


En innumerables ocasiones he hablado en el blog sobre Caballo de Troya, una saga de libros del autor español Juan José Benitez y que me parecen fascinantes. En esta ocasión decidí volver a comentar sobre el tema porque justo en esta fecha: 28 de agosto, se conmemora el Trigésimo Quinto aniversario luctuoso de Jasón o "El Mayor", protagonista de esta maravillosa historia y que para mi ha sido sorprendente descubrir que no se trata de un personaje de ficción.

Creo que lo fascinante de ese libro es precisamente que además de hacerte cuestionar todo lo que has aprendido por tradición, más que por convicción, te abre los ojos hacia una realidad distinta respecto a la figura real de Jesús de Nazareth, y es un sentimiento entre el escepticismo y la fe que al final como lector te toca el alma y de alguna manera se plantea de forma muy parecida en la película "Risen".

A pesar de que en un inicio leer estos libros me causó un poco de conflicto, no voy a profundizar mucho en el tema, pues ya lo he hecho a lo largo de varios posts que encontrarán en la sección de "Libros Interesantes", y pues el verdadero propósito de este escrito es manifestar mi asombro y total admiración hacia la figura de Jasón que debió ser un hombre maravilloso, cuya sensibilidad y nobleza son de las características principales que te conquistan cuando lees los libros.

Que "El Mayor" (Jason) esté lleno de luz donde quiera que se encuentre y que Dios lo bendiga por haber compartido un suceso tan extraordinario a través de J.J. Benitez.

Para cerrar el post, los dejo con un fragmento del primer libro, que a pesar de que no recuerdo si ya lo he compartido en otra ocasión dentro de Las Páginas Sueltas y de Colores, cuando lo leí por primera vez me puso la piel de gallina. Además también comparto un video (que para quienes no han leído mis posts previos), explica de manera resumida el argumento de esta maravillosa saga de 9 libros que les recomiendo ampliamente.

Buen inicio de semana y que disfruten el contenido de este post.


"El Maestro fue a sentarse al filo de la piscina central, sobre uno de los taburetes que alguien había rescatado del «comedor». Los hombres, mujeres y niños se arremolinaron a su alrededor.

Los rayos de sol incidieron entonces sobre su rostro y quedé maravillado. El contraste con aquellas caras endurecidas, sembradas de arrugas y avejentadas de sus amigos y seguidores,  era sencillamente admirable. Su piel aparecía curtida y bronceada.

Tímidamente fui asomándome por detrás de la pilastra. Jesús, a poco más de cuatro o cinco metros, levantó repentinamente su rostro y me perforó con su mirada. Una especie de fuego me recorrió las entrañas. Ante la sorpresa general, el rabí se levantó, abriéndose paso entre las personas que habían empezado a sentarse sobre los ladrillos rojos del pavimento. Las rodillas empezaron a temblarme. Pero ya no era posible escapar. Aquel gigante estaba frente a mí...

Jamás olvidaré aquella mirada. Los ojos del Galileo -ligeramente rasgados y de un vivo color de miel- tenían una virtud singular: parecían concentrar toda la fuerza del Cosmos. Más que observar, traspasaba. Unas pestañas largas y tupidas le proporcionaban un especial atractivo.

La frente, despejada, terminaba en unas cejas rectas y suficientemente separadas. No pestañeó. Su faz, apacible y tibiamente iluminada por el sol, infundía un extraño respeto.

Levantó los brazos y depositando unas manos largas y velludas sobre mis hombros, sonrió, al tiempo que me guiñaba un ojo.

Un inesperado calor me inundó de pies a cabeza. Traté de responder a su gesto, pero no pude. Estaba confuso y aturdido, emocionado...

-“Sé bienvenido”.-

Aquellas palabras, pronunciadas en griego, terminaron por desarmarme. Había tal seguridad y afecto en su voz que necesité mucho tiempo para reaccionar.
El rabí volvió junto a la cisterna, mientras sus amigos le contemplaban en un mutismo total. Algunos de los discípulos rompieron al fin el silencio y preguntaron al resucitado quién era yo".

"Caballo de Troya: Jerusalen"
J.J Benitez
Ed. Planeta


"Si el «gran viaje» del mayor fue sólo un sueño de aquel hombre extraño y atormentado, que Dios bendiga a los soñadores".
-J.J Benitez-

Comentarios

Anónimo dijo…
Yo me quedé pasmado cuando leí esa partee lo imaginé viniendo a mí

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