Volver a verte en sueños


Hace un día volví a ver a Adriana en un sueño... Hacía mucho (por no decir años) que eso no sucedía. Esta vez el encuentro sucedía en un campo inmenso muy parecido al de la foto, y que era un lugar contiguo a una casa muy rústica y empedrada donde yo había asistido a una fiesta a las afueras de la ciudad.

Por alguna razón yo salía de esa fiesta a la calle, donde justo al lado había un barandal de poco menos de un metro que delimitaba esa área verde de la cual comenzaban a surgir personas a lo lejos, y que conforme se acercaban al barandal, se iban colocando uno enseguida del otro como en una especie de valla humana y a la espera de reencontrarse con sus familiares.

Ahí fue donde me encontré a Adriana. Ella era una de las primeras junto a los barrotes de madera. Llevaba un vestido muy lindo en tonos morados y verdes y en cuanto me veía, con una gran sonrisa dibujada en su rostro me decía simplemente: ¡Hola Martha! ¿Cómo estás?

Yo le respondía que "bien", pero no me sorprendía verla porque ya en otros sueños a lo largo del tiempo, ese tipo de encuentros son comúnes... Al grado de que algo en mi interior me hace saber que no son un sueño del todo... Sino una especie de encuentro en otro plano o en otro punto  al que de alguna manera yo tengo acceso o estoy receptiva desde hace muchos años.

Después de saludarla yo seguía caminando, porque la manera como me saludó y sonreía me hacía saber que tendría oportunidad de hablar con ella más adelante; así que seguí caminando y descubriendo que a diferencia de otras veces, las personas que estaban junto a ella no eran familiares ni tampoco personas que jamás he visto en mi vida; eran simplemente otros compañeros de escuela o gente conocida que murió hace muchísimo tiempo y que yo había olvidado por completo, precisamente porque abandonaron este plano terrenal cuando yo era niña.

Dentro del sueño seguí caminando y volví a la casa donde originalmente era la fiesta a la que yo había asistido (sólo que por la parte trasera), donde había mesas de madera y gente comiendo en una especie de terraza con columnas empedradas y techada.
Había una pareja discutiendo, al parecer eran la anfitriona de la fiesta y su marido y ya, en eso desperté.

Ya estaba avanzada la mañana cuando abrí los ojos de nuevo al mundo real; pero me quedé con un sentimiento de nostalgia porque pensé que iba a poder platicar con Adriana en algún otro momento, y aunque por lo regular no suelo recordar lo que conversamos durante las veces que la he soñado; me quedé pensando también en que ella aparece en mis sueños cuando han sido momentos difíciles en mi vida y de alguna manera me hace ver las cosas con mayor claridad.

En este momento no es así... Si hay cosas que me preocupan y me entristecen, pero no es nada tan complejo; lo que me lleva a cuestionarme: ¿por qué entonces vino a visitarme y de una manera tan breve?...

Sea como sea, fue agradable verla tal y como era, incluso más bonita de cuando se fue. Aunque el sueño en si en apariencia no tenga una interpretación como tal, lo que me queda claro es que desde hace años estoy totalmente perceptiva a esas cosas y por eso escribo y trato de llevar un registro de cada vez que alguien que ya no está en este plano terrenal aparece en mi mundo aparentemente imaginario.

Sigo pensando hasta este momento si ella habrá querido decirme algo en concreto o simplemente, tal como sucedió en ese sitio, junto a todas esas personas, fue un día simple en el que todos ellos volvieron tan sólo por un día para reencontrarse con quienes no los olvidan...

Fue lindo reencontrarla después de tanto tiempo. Ojalá en otro sueño nos volvamos a ver.

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